miércoles, 16 de diciembre de 2015

Defender la ley de medios

Hace muchos años atrás en el espacio donde nació la escuela secundaria de adultos CENS 454 de Castelar Sur, Pcia. de Buenos Aires, allá por el año 1992, había una radio de muy poca potencia, con equipos precarios. Era el sueño de algunos pocos que creían que también la gente del barrio, el pueblo, lxs vecinxs, tenían que tener medios de comunicación que reflejaran sus necesidades, su identidad, su cultura, sus problemáticas, sus opiniones, etc. Pero el contexto político y económico de ese período no ayudó. Muy pocos medios de comunicación comunitarios, en la zona, continuaron su camino. No había plata, ni leyes que dijeran que las escuelas, las organizaciones, la comunidad, tenían que tener medios de comunicación que les perteneciera y menos ayudarlos para que puedan conseguirlo o mantenerlos. Así que por un período de tiempo, cuando se rompieron algunos equipos, interrumpimos nuestra salida al aire. A pesar de todo, persistimos en la idea de retornar al sueño iniciado a principios de los 90. Pero en ese entonces era muy difícil competir con los grandes poderes mediáticos, tenían y tienen mucho dinero para invertir, para hacer atractivas sus producciones, para narcotizarnos con el encanto de la tecnologización efectista de sus contenidos y hacernos sentir que tener medios de comunicación es sólo para una clase privilegiada.

En el 2004 desde la educación popular apoyamos a la Coalición por una Comunicación Democrática para que se acuerden los 21 puntos tan importantes y relevantes como lo fueron años más tarde, cuando al fin se empezó a hablar de una nueva Ley de Medios. Finalmente en el año 2009, después de mucho debate y reflexión en todo el país y con lo más significativo tomado de ésa Coalición, se logró aprobar la ley 26522. Esto implicó un fuerte replanteo sobre el rol que tenían los medios de comunicación en nuestra sociedad y el deseo de nuestra comunidad, donde pertenece nuestra FM Huayra Quimbal, de hacer valer ese derecho. Y así lo hicimos. Con mucho trabajo y participación de estudiantes, egresados, docentes, directivos y vecinos de la zona, conseguimos levantar a esa radio popular. Las políticas públicas del estado y las ganas de la ciudadanía lo hicieron viable. Aunque no fue fácil acostumbrarnos a escuchar otros medios que no sean los hegemónicos, su música, su superproducción de programación comercial, sus mismos referentes periodísticos de siempre, políticos y socioculturales. De a poco recobramos el poder de decir, de expresarnos, de reencontrarnos con otras voces, de escuchar nuestra música, de tener identidad, de debatir nuestras opiniones acerca de la realidad local, la del país y del mundo. Y nos sentimos respaldados porque existe una ley y por supuesto un proyecto político que tenía que hacerla valer. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un instrumento fundamental para legalizar y respaldar los medios de comunicación sin fines de lucro, como así también hacer que la comunicación mediática sea democrática, de calidad, que no existan medios más poderosos que otros. Ella garantiza la existencia de otros referentes mediáticos, con otras voces diversas y plurales que muestran las otras caras de los acontecimientos. Estos últimos años dejamos de ser meros espectadores y nos convertimos en protagonistas de la comunicación en nuestros barrios, porque supimos entender las diferencias que teníamos con los medios comerciales y que no existe una sola forma de hacer radio y televisión. Falta mucho por construir y mejorarla todavía, pero sabemos que la ley es el piso y lo demás está en nuestras manos. Por todo esto es que tenemos que CUIDARLA Y EXIGIR QUE SE LA RESPETE!!!

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