La manifestación a la que había convocado la Confederación General del Trabajo (CGT), el principal sindicato argentino, en las calles de la capital, Buenos Aires , ha finalizado, contra los planes del gobierno del presidente, Javier Milei . La marcha, como estaba previsto, concluyó con la presentación - ante las oficinas de la justicia federal - de un recurso de apelación contra el decreto de necesidad y emergencia (DNU) presentado el 20 de diciembre por Milei para proceder a una profunda liberalización de la economía. La manifestación, a la que también se sumaron otros sindicatos, terminó sin mayores incidentes, aunque por la mañana un agente de la policía de tránsito, ocupado en garantizar que las manifestaciones -de acuerdo con el mandato del gobierno- no interrumpieran el tráfico, fue alcanzado por un línea de bus. A raíz de este incidente, que no parecía haber puesto en peligro la vida del policía, se produjo un enfrentamiento entre la policía y los manifestantes, que tuvo como resultado la detención de dos ciudadanos.
Los sindicatos , que no descartan la posibilidad de convocar una huelga general en los próximos días, hablaron de una manifestación "masiva y cívica", organizada para defender los derechos de los trabajadores, que - subrayaron también con consignas repetidas durante la marcha - no son "casta". En el documento final, la CGT recuerda que Milei había prometido realizar recortes presupuestarios, culpando de los costos a "las castas y la política". Pero el DNU, “entre las muchas medidas arbitrarias, inconstitucionales y lesivas a un gran número de derechos civiles, comerciales y sociales, introduce una reforma laboral feroz y retrógrada cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, presionar la actividad sindical y promover los intereses de los empresarios.
No cuestionamos la legitimidad del presidente Milei, pero queremos que respete la separación de poderes. Los trabajadores necesitan defender sus derechos cuando hay inconstitucionalidad", dijo Gerardo Martínez, líder del sindicato de la construcción, uno de los organizadores.
Casi toda la concentración se dispersó pacíficamente después del mediodía, pero algunos grupos dispersos continuaron enfrentándose a la policía, desplegada en gran número, que intentaba evacuar una gran avenida, lo que provocó enfrentamientos. Seis personas fueron detenidas, según varios medios. Javier Milei publicó la semana pasada, diez días después de asumir el cargo, un "DNU" (decreto de necesidad y emergencia), que pretende modificar o derogar más de 300 normas, en particular eliminar los controles de alquileres y la intervención del Estado para proteger los precios de productos esenciales. , debilitando la protección de los trabajadores y abriendo la puerta a la privatización. El decreto entra en vigor el viernes, pero el Parlamento puede derogarlo con una mayoría absoluta de ambas cámaras, que ningún partido político posee.
El partido de Milei, Libertad Avanza, es sólo la tercera fuerza, aunque puede contar con el apoyo del bloque de centroderecha, el segundo mayor. Pero este “decreto de emergencia” no debería examinarse antes del inicio de la legislatura parlamentaria en marzo. El parlamento, teóricamente en vacaciones de verano, sesiona extraordinariamente desde el martes, pero para estudiar proyectos de ley complementarios al DNU, particularmente en materia fiscal o sobre el papel del Estado.
“Hoy acudimos a la justicia, pero se jugará otro capítulo en el parlamento, que tendrá que hacer un debate profundo”, dijo Gerardo Martínez. El megadecreto, impugnado por la oposición tanto en el plano jurídico como en su impacto social, llega tras una serie de medidas de austeridad anunciadas desde los primeros días de la presidencia de Milei. De ahí una devaluación de más del 50% del peso, la moneda nacional, y la inminente reducción, a partir de enero, de los subsidios al transporte y a la energía, destinados a afectar la vida cotidiana de millones de argentinos.
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