Valparaíso, Chile — En un debut que todos esperaban con ilusión, la Selección Argentina Sub‑20 abrió su participación en el Mundial con un triunfo sólido frente a Cuba, reafirmando su ambición de pelear por el título desde el primer partido.
Un comienzo con autoridad
Desde el silbato inicial, el conjunto dirigido por Diego Placente mostró una actitud dominante. Con buena presión ofensiva y orden táctico, Argentina impuso su estilo y controló los tiempos del partido. Las posesiones largas, las triangulaciones por las bandas y una gran movilidad de sus mediocampistas acercaron al equipo local con insistencia al arco rival.
Cuba, por su parte, apostó a resistir con repliegues y contragolpes, pero no logró encontrar instrumentos para romper la solidez defensiva argentina. Cada ataque de los Leones del Caribe fue neutralizado con contundencia, y los gauchos se fueron adueñando del dominio territorial.
Figuras y momentos clave
- Ian Subiabre: el delantero del equipo se movió con inteligencia en el frente de ataque. Sus desmarques y participación constante se convirtieron en una vía recurrente hacia el área rival.
- El mediocampo argentino supo conectar la defensa con el ataque. Con pases filtrados y buen control del tempo, generó muchas de las opciones de gol.
- La defensa: segura, firme y sin fisuras ante los intentos de Cuba de generar sorpresa.
El gol (o los goles, según el desarrollo) llegaron gracias a esa presión sostenida y una concreción en el cierre de las jugadas que permitió capitalizar los espacios que dejó el rival. Argentina no necesitó complicarse: cuando tuvo que acelerar, lo hizo, y cuando fue necesario ralentizar, también lo hizo con criterio.
Contexto y expectativas
Este partido marca un punto de partida importante para el equipo argentino, que apuesta fuerte en este Mundial Sub‑20. En el Grupo D comparte zona con Italia y Australia, lo que eleva la exigencia desde las primeras jornadas.
Uno de los antecedentes más destacados en la preparación fue la contundente victoria 6‑0 frente a Brasil en el pasado Sudamericano Sub‑20, demostrando el potencial ofensivo que siempre acompaña a esta generación.
El debut ante Cuba no solo brinda confianza, sino que también genera obligaciones: mantener el nivel, no relajarse frente a rivales supuestamente más débiles y continuar demostrando que este plantel puede competir al más alto nivel.
Qué sigue
Argentina encara ahora sus próximos desafíos con la mirada puesta en la clasificación. Si logra mantener la consistencia mostrada hoy, estará en condiciones de soñar. Pero el Mundial es largo y exigente: cada partido será una final, y las distracciones pueden pagarse caro.
Para los hinchas y amantes del fútbol juvenil, esta victoria es un mensaje: la Albiceleste quiere ser protagonista. Y si mantiene el rumbo, su camino hacia las etapas decisivas arrancó con el pie derecho.
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