En esa época -a fines del siglo XIX- el extracto de hoja de coca mezclado con vino era un tónico habitual, y el dulce brebaje de Pemberton le permitía ignorar las leyes locales que prohibían la venta de alcohol.
Pero la otra mitad del nombre representa un ingrediente menos conocido, pero también extrañamente potente: la nuez de cola.
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Estimulante natural
La cáscara de la nuez de cola mide unos 5 centímetros de largo y es verde. El fruto de su interior es rojizo o blanco.
En África Occidental (su hábitat natural) la gente la ha masticado durante mucho tiempo a modo de estimulante.
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Eso se debe a que las nueces contienen cafeína y teobromina, sustancias que también se encuentran de forma natural en el té, el café y el chocolate.
También tienen azúcar y kolanina, un estimulante para el corazón.
De hecho, contienen muchos estimulantes y se cultivan en África Occidental desde hace cientos de años.
El historiador Paul Lovejoy dice que durante muchos años los frondosos árboles de la nuez de cola se plantaban en las tumbas y se usaban como parte de rituales de pubertad.
Y aunque las nueces —que deben mantenerse húmedas— pueden ser algo delicadas para su traslado, los comerciantes las transportaban a lo largo de cientos de kilómetros, a través de bosques y sabanas.
Llegan los europeos
En 1581, el gobernante del Imperio Songhai en el Sahel Occidental envió a Tombuctú (en Mali) un regalo de oro y nueces de cola, con motivo de la construcción de una mezquita.
Los europeos no supieron de ellas hasta el siglo XVI, cuando los barcos portugueses llegaron a la costa de lo que hoy es Sierra Leona, relata Lovejoy.
Y aunque los portugueses comenzaron a comerciarlas junto con otras mercancías, para cuando el explorador inglés Richard Jobson llegó a Gambia, en 1620, todavía eran muy poco conocidas.
"Cuando estábamos en la parte más alta del río, la gente nos las trajo en cantidades abundantes; pero no las apreciamos mucho ni nos interesamos en comprarlas", escribió Jobson.
Aun así, Jobson intentó llevarse seis de las nueces que le regalaron a Inglaterra, pero se pusieron malas o fueron devoradas por gusanos antes de su llegada.
Por supuesto, esa ignorancia no duró mucho más tiempo.
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Un tónico muy popular
A fines del siglo XIX, toneladas de nueces de cola fueron enviadas en barco hacia Europa y Estados Unidos.
Algunas se utilizaron para tónicos medicinales, como las pastillas "Forced March" de Burroughs Wellcome & Co's (una empresa fundada en Reino Unido), concebidas como un tipo de estimulante energético.
"Contienen principios activos de nueces de cola y hojas de coca", expresaba su etiqueta. "Alivian el hambre y prolongan la capacidad de resistencia".
Los consumidores debían tomar una por hora si se encontraban sometidos a gran "tensión mental o gran esfuerzo físico".
Una bebida medicinal muy popular fue Vin Mariani, un producto francés que consistía en extracto de coca mezclado con vino tinto. Fue obra del químico francés Angelo Mariani, quien la creó en 1863.
El papa León XVIII era fiel a este producto, así como la reina Victoria, Thomas Edison y Arthur Conan Doyle.
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La proliferación de las colas
Pero el Vin Mariani era solo uno de los muchos tónicos estimulantes, en una era en la que tales pociones nerviosas decían tener efectos positivos maravillosos.
Así que cuando Pemberton, el químico estadounidense, creó su brebaje, tan sólo fue la última materialización de una tendencia en curso.
Y aunque la cocaína, al final, fue desterrada como ingrediente, las bebidas de soda a partir de extracto de cola -también conocidas como "colas" - proliferaron.
En su primer año, Coca-Cola sirvió un promedio de nueve vasos al día en todas las fuentes de soda de Atlanta donde se vendió, dice la empresa.
A medida que se hizo popular, la compañía vendió derechos para embotellarla y transportarla fácilmente.
Hoy se venden unos 1.900 millones de Coca-Colas al día.
Se volvieron tan icónicas que los intentos por cambiar su sabor en 1985 -endulzándola para promover las ventas—fueron desastrosos y generaron un fuerte rechazo y enojo en los consumidores.
La "Coca-Cola clásica" regresó a las tiendas tan solo tres meses después del lanzamiento de la "Nueva Coca-Cola".
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Ya no lleva nuez
Hoy en día, la receta de la Coca-Cola es un secreto muy bien guardado.
Pero se dice que ya no contiene extracto de nuez de cola y que, en su lugar, cuenta con imitaciones artificiales para lograr el sabor.
Sin embargo, abundan las recetas para hacer soda de cola que te permiten hacerte una idea de cómo era la original.
Si se la mezcla con aceite de neroli, esencia de naranja, caramelo y vainilla, entre otras cosas, se puede enmascarar el sorprendente sabor de la nuez de cola (en palabras de Jobson, "extremamente amarga").
Pero su toque de cafeína estará, sin duda, presente.
Y puede que te permita comprender qué fue lo que atrajo tanto a la gente en África Occidental, Atlanta y en todo el mundo, sobre esta nuez tan peculiar.
Fuente: BBC
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