Las proyecciones macroeconómicas para Argentina en 2025 dibujan un panorama de notable recuperación. Organismos internacionales como el Banco Mundial y la CEPAL pronostican un crecimiento del PBI que superaría el 5%, una de las tasas más altas de la región, y una inflación que, tras años de cifras desbocadas, parece encaminarse hacia una relativa estabilización. Sin embargo, a pie de calle, la sensación térmica es otra. Para millones de argentinos, el "milagro" económico se siente más como un espejismo lejano, mientras luchan por sortear los escombros de una de las peores crisis de su historia reciente.
El gobierno actual celebra el éxito de su drástico plan de ajuste, que ha logrado un superávit fiscal y una reducción de la brecha cambiaria. Estas medidas, respaldadas por un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), han restaurado la confianza de los mercados y atraído inversiones. Los indicadores oficiales muestran una alentadora disminución de la pobreza, que según proyecciones de la Universidad Torcuato Di Tella, podría ubicarse en torno al 31,6% en el primer semestre de 2025, una baja significativa respecto a los picos de la crisis.
El Costo Social del Ajuste
Pese a las cifras optimistas, la realidad cotidiana de muchos ciudadanos está marcada por la pérdida del poder adquisitivo. Si bien la inflación se desacelera, los salarios han sido una de las principales variables de anclaje, lo que se traduce en una capacidad de compra que no logra recuperarse al mismo ritmo. Un informe reciente de Infobae revela que, en la última década, el poder de compra del salario promedio ha retrocedido entre un 20% y un 30% en bienes y servicios básicos.
"Hoy los precios están más estables, pero el poder adquisitivo no se recompuso porque el Gobierno usó los sueldos como variable de ajuste", señala un analista económico consultado. Esta situación se refleja en el consumo, que, si bien muestra signos de reactivación en algunos sectores, permanece estancado en el consumo masivo.
La actividad económica también presenta un comportamiento desigual. Mientras la macroeconomía celebra, un indicador del Banco Provincia advierte sobre una caída del 1,4% en la actividad económica de la provincia de Buenos Aires en agosto de 2025, una señal de que la recuperación aún no es homogénea y enfrenta obstáculos.
Un Futuro entre la Esperanza y la Incertidumbre
Argentina se encuentra en una encrucijada. Por un lado, las bases para una estabilidad económica a largo plazo parecen estar sentándose. La disciplina fiscal y la lucha contra la inflación son pasos necesarios para salir del ciclo de crisis recurrentes que ha afectado al país por décadas.
Por otro lado, la pregunta que resuena en la sociedad es si los beneficios de este nuevo modelo económico llegarán a todos los estratos sociales. La desigualdad y la precarización laboral siguen siendo desafíos estructurales que no se resuelven únicamente con indicadores macroeconómicos positivos.
El gobierno enfrenta el desafío de transformar la recuperación financiera en un desarrollo inclusivo y sostenible. Mientras tanto, los argentinos, curtidos por décadas de vaivenes económicos, observan con una mezcla de esperanza y escepticismo, esperando que esta vez, el "milagro" no sea solo para unos pocos.
Este video ofrece una perspectiva sobre cómo se percibe el cambio económico en Argentina a mediados de 2025 y los resultados de las políticas implementadas.
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