El 26 de junio de 2002 los compañeros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán son asesinados en Avellaneda.
Tras una auténtica cacería llevada a cabo por la policía bonaerense, los jóvenes militantes sociales Máximo Kosteki y Darío Santillán son asesinados por el subcomisario Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quienes, al igual que otros efectivos, reemplazaron los cartuchos con punta de goma por los que llevan en su interior postas de plomo.
Tras las fallidas maniobras de ocultamiento y desinformación organizadas por el gobierno de Eduardo Duhalde con el apoyo activo de los grandes medios de información (en particular del grupo Clarín, que tenía en su poder las fotografías probatorias de la autoría del crimen) la verdad finalmente salió a la luz y el presidente provisional Eduardo Duhalde se vio obligado a convocar anticipadamente a las elecciones presidenciales.
El 9 de enero de 2006, el Tribunal Oral N° 7 de Lomas de Zamora condenó a cadena perpetua a Franchiotti y Acosta y recomendó que se investigara la responsabilidad del gobierno de Duhalde en los asesinatos.
Eduardo Duhalde era presidente de la Nación, Felipe Solá, gobernador de Buenos Aires, Juan Pablo Cafiero, ministro de Seguridad bonaerense, Juan José -lvarez, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Jorge Matzkin ministro del Interior, Carlos Soria, jefe de la SIDE. Ninguno de ellos fue juzgado por el crimen, todos se encuentran en libertad y el pueblo sigue esperando justicia. No olvidar ; Siempre Resistir. Cárcel para los responsables políticos e ideológicos Dario y Maxi, presentes! Ahora, y siempre!
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