Johannes Kaiser: el libertario disruptivo que sacude la carrera presidencial chilena

Santiago de Chile — En medio de una campaña presidencial marcada por la polarización, surge Johannes Kaiser, un candidato que combina ideas ultraconservadoras con un discurso libertario radical, y que se ha convertido en uno de los nombres más controvertidos del escenario electoral chileno.

Perfil y surgimiento político

Kaiser, de 49 años, es diputado y fundó recientemente el Partido Nacional Libertario (PNL), tras distanciarse del Partido Republicano. Su trayectoria política es poco ortodoxa: comenzó su carrera como youtuber mientras vivía en Europa, desde donde criticaba ideas progresistas y defendía una agenda de gobierno mínima.

Sus postulados han generado un eco importante en nichos más radicalizados: propone una drástica reducción del tamaño del Estado, una política fiscal liberal, una defensa férrea de la propiedad privada y un “shock económico” para atraer inversiones empresariales. 

Posturas polémicas y agenda dura

Las propuestas de Kaiser no han pasado desapercibidas ni por los analistas ni por los medios. Sus declaraciones más llamativas incluyen:

• Cierre de fronteras con Bolivia: Kaiser ha anunciado que, si llega al poder, endurecerá los controles fronterizos con Bolivia para combatir el contrabando y la delincuencia, incluso advirtiendo que “no va a quedar en La Paz un trato amable” si no se colabora. 

• Migración: Propone trasladar a ciertos inmigrantes indocumentados con antecedentes penales a otros países, destacando su postura dura sobre la seguridad. 

• Discursos culturales y nacionalistas: Ha dicho que exige que Bolivia “se comporte como un país civilizado” en relación con temas migratorios y de contrabando. 

• Seguridad y castigo: Según documentos de su campaña, Kaiser ha defendido la reinstauración de la pena de muerte para ciertos delitos graves. 

Estas posiciones han generado reacciones internacionales. Por ejemplo, el presidente boliviano Luis Arce calificó algunas declaraciones de Kaiser como “irresponsables e inaceptables”, advirtiendo que podrían dañar las relaciones bilaterales. 

Críticas a su candidatura

Los críticos lo acusan de ser un “outsider populista” con un discurso que puede escalar hacia posturas autoritarias. Además, se han reportado dificultades logísticas y financieras dentro de su partido: según él mismo admite, el PNL enfrenta problemas económicos para sostener la campaña.  Asimismo, algunos han denunciado que apoyó la idea de un golpe de Estado en televisión, lo cual provocó indignación y llevó a una petición formal ante el Servel (Servicio Electoral de Chile). 

Potencial electoral

A pesar de su perfil polémico, Kaiser ha conseguido posicionarse en algunos sondeos: según reportes, podría estar compitiendo por un lugar relevante en las preferencias presidenciales. (Los Andes) Su base de apoyo se compone, en parte, de hombres de entre 35 y 54 años, y de sectores socioeconómicos más bajos, según analistas de opinión.

Sin embargo, analistas clásicos advierten que su ascenso puede estar limitado por el voto útil hacia candidatos con más experiencia o estructura partidaria consolidada. (Reddit)

Riesgos y desafíos

El principal desafío para Kaiser será consolidar su oferta más allá del discurso provocador. Necesita demostrar que su partido puede gobernar: desde su equipo programático hasta su capacidad de recaudar fondos y articular una coalición sólida.

Además, sus propuestas más radicales —como la pena de muerte o el uso de la fuerza contra inmigrantes— podrían generar resistencias institucionales y sociales, incluso si logra un buen rendimiento electoral.

Conclusión

Johannes Kaiser representa una nueva cara del libertarismo extremo en Chile: no solo habla de libre mercado, sino que mezcla urgencia en seguridad, nacionalismo duro y retórica confrontativa. Su aparición y crecimiento en la escena política obligan a repensar la forma en que se estructuran las propuestas de derecha en el país.

Para algunos, es una voz renovadora que desafía el statu quo; para otros, un riesgo para la democracia y los derechos humanos. En cualquier caso, su candidatura es una de las más disruptivas de esta elección y vale la pena seguirla con atención.