domingo, 16 de noviembre de 2025

Jeannette Jara: la candidata comunista que busca mantener el poder del bloque oficialista en Chile


Santiago, Chile – Jeannette Alejandra Jara Román, de 51 años, se ha posicionado como una figura clave de la izquierda chilena para las elecciones presidenciales de noviembre de 2025. Militante del Partido Comunista (PC), exministra del Trabajo bajo el gobierno de Gabriel Boric y ahora candidata oficialista, Jara ha emergido como la apuesta para retener La Moneda en un contexto cada vez más polarizado.

De ministra a candidata

Jara ejerció como ministra del Trabajo y Previsión Social desde marzo de 2022 hasta abril de 2025, cuando dio un paso al costado para lanzar su campaña presidencial. Su gestión dejó marcas concretas: entre sus principales logros están el impulso de la semana laboral de 40 horas y negociaciones en materia previsional. 

Su declaración formal de candidatura no sorprendió a quienes siguen su trayectoria, pero sí llamó la atención su estilo relativamente moderado dentro del comunismo. En varias ocasiones, Jara se ha desmarcado de posturas autoritarias: por ejemplo, ha sido crítica con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. 

Victoria histórica en las primarias

El 29 de junio de 2025, Jara ganó las primarias presidenciales del bloque oficialista (Unidad por Chile) con más del 60 % de los votos, derrotando a Carolina Tohá, candidata de la socialdemocracia tradicional.  Esta victoria representa un momento inédito: es la primera vez que un candidato del Partido Comunista se convierte en abanderado presidencial de toda la izquierda oficialista chilena. 

En su discurso tras el triunfo, Jara hizo un llamado a la unidad dentro de la coalición y resaltó su compromiso con los derechos sociales, el crecimiento económico y la seguridad.  A su vez, prometió elevar el salario mínimo (“sueldo vital”) a 750.000 pesos chilenos si llega a La Moneda. 

Desafíos en el horizonte

A pesar del apoyo interno, Jara enfrenta obstáculos significativos. Las encuestas muestran que debe consolidar su base frente a una oposición fragmentada pero poderosa. Según Radar Electoral, promedia alrededor de un 28,6 % de intención de voto, lo que la deja por detrás del “fantasma del 38 %”: ese porcentaje de respaldo histórico que la izquierda obtuvo en el plebiscito constitucional de 2022. 

Además, su discurso ideológico no está exento de críticas. Sectores más moderados cuestionan su filiación comunista, y algunos advierten que su perfil puede alejar a votantes de centro. Por otro lado, la baja participación en las primarias (alrededor del 9 % del padrón) plantea interrogantes sobre cuán representativa es su legitimidad electoral.

Estilo y posicionamiento político

Jara ha buscado proyectar una imagen más accesible y menos dogmática que la tradicional del PC. Según medios, ha moderado sus discursos para construir puentes con otros sectores de la centroizquierda. También ha enfatizado un discurso de soberanía nacional, derechos sociales y fortalecimiento del Estado como motor de justicia social. 

En el plano internacional, aunque es comunista, ha dejado claro que no respaldará modelos autoritarios sin matices. Su postura sobre Cuba, por ejemplo, ha generado debate: ha hablado de un “sistema democrático diferente” y ha reconocido vulneraciones a derechos humanos, lo que muestra la complejidad de su visión. 

Momentos clave de la campaña

  • En la recta final de la campaña, Jara apeló a la emotividad para movilizar a mujeres, jóvenes y adultos mayores, instando a un “futuro seguro y justo”. 

  • En su acto de cierre en Santiago, prometió trabajar para que “cada familia chilena llegue tranquila a fin de mes”, poniendo especial foco en seguridad y economía. 

  • Su discurso ha sido definido por una combinación de firmeza ideológica y pragmatismo político, en un intento por consolidar su candidatura como una alternativa real frente al avance de la derecha. 

¿Qué representa para el oficialismo y para Chile?

Para el bloque gobernante, Jara es mucho más que una candidata: es un símbolo de continuidad con algunas de las reformas impulsadas por Boric, pero también un desafío para demostrar que el comunismo puede desempeñar un rol protagonista dentro de una coalición amplia y moderna.

Para Chile, su candidatura abre un escenario de alta polarización política: en noviembre de 2025, Jara podría enfrentarse a figuras de derecha que han ganado fuerza en los últimos años. Su capacidad para atraer a votantes moderados será una de las claves para su éxito o derrota.


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